Una noche me abrazaste,
te bese y no dormimos ni sufrimos mas.
Habrà sido nuestro premio por no salir corriendo,
o el castigo por no saber escapar.
Te sigo buscando como enfermo al remedio,
como comienzo al final.
La suerte de encontrarte alguna vez,
y sentir que para casi todo hay soluciòn.
Verte y festejar tambièn, que aun me queda pureza
sin tristezas en mi corazòn.
No hay comentarios:
Publicar un comentario