jueves, 10 de junio de 2010

Demasiado uniforme vestí, demasiados prejuicios, demasiada bandera y discursos, cuánto tiempo perdido.
Nada es inalterable, nada es definitivo.
Ya ves, solo el cambio es lo único que permanece en el tiempo, incondicional.
Tanta Postura y preocupación... tantas ideologías, compromisos, palabras y luchas. Todo menos sonrisas.
Nada es inalterable, nada es definitivo.
Ya ves, solo el cambio es lo único que permanece en el tiempo, incondicional.
Mil cosas que dije ayer hoy me hace reír, y mañana me burlaré de lo que hoy pude decir.
Entonces, ¿Porqué insistir?

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