martes, 15 de junio de 2010

Débil luz del amanecer.
Te escucho inhalar y exalar, necesitando nada.
Eres la miel de cruce; eres hermoso.
Nubes flotantes,blando mundo.
No puedo sentir mis labios.
Tu cara se convierte en el sol,
y yo soy una adicta al disfrutar esas pequeñas cosas.
Aquellas pequeñas cosas,
las pequeñas cosas que traen.

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